El eco de tu perdón

A veces la nostalgia
toca fuerte la puerta
y entra por la fuerza.

Si mis palabras no te expresan nada,
¿mis ojos llenos de lágrimas lo harán?
Aquella tristeza que penetra mis entrañas,
esa amargura que envuelve mi ser
desde que ya no te tengo en mi vida.

En algún momento
fuimos una misma,
mas no entiendo
cómo el amor
ahora puede ser rencor.
Pues en mí solo cabe la tristeza,
esa que me empapa y me encoge.

¿El dolor fue tan grande
que no logro tu perdón?

Mi amor hacia ti fue inmenso;
al alejarme, con mi silencio te lastimé,
con tu dolor yo me quemé.

Hoy ya nada es posible.
No logro callar a mi niña interior,
pues en este año me acompañarías…
Tan solo fueron deseos y fantasías mías.

Nada permanece intacto;
ni todas las palabras,
ni todo el arrepentimiento
lograrán que me perdones.
Aunque, siendo honesta,
hasta el día de hoy
ni yo he podido perdonarme.

Le pido a la vida continuar,
pero en cada oportunidad de brillar,
de repente apareces tú…
y nuestros recuerdos me golpean.
Esa belleza que hoy ya expiró
me suspira en el pensar
y se queda a habitarme,
a agotarme.

A veces creo merecer
todo lo malo que me sucede,
como karma por haberte lastimado.
Trato de convencerme de que
nada sería así si estuviera a tu lado.

Ya son dos años desde nuestro adiós.
Aún recuerdo la tristeza de ayer,
y me sabe igual o peor:
saber que llegué tarde a tu perdón.

No habrá otra amistad igual,
ninguna que me nutra el alma,
ninguna que abrace con tal ternura.
Y supongo que ese será mi peso, 
mi eterno retroceso.

– Versos de Nana