INDETERMINADO
El amor no muere: muda de piel, cada roce, cada entrega, va dejando cicatrices invisibles que se clavan más hondo que la carne. Son marcas que no se borran, aunque el tiempo intente cubrirlas con polvo. Se sienten en la memoria, en los sueños, en ese temblor súbito cuando un perfume o un silencio recuerda la presencia de otra piel.
Amar es un acto de alquimia: transformar heridas en deseo, soledad en ternura, memoria en redención. Pero para amar de verdad, hay que despojarse de las impregnaciones antiguas, arrancar la piel ajena que aún vibra como sombra sobre la nuestra. Y en esa desnudez, en esa entrega brutal, el deseo se convierte en verdugo y en salvación.
Hubo un tiempo en que el amor se vestía de detalle, donde una mirada valía más que mil palabras, donde las cartas ardían más que los cuerpos, y el roce de una mano podía ser más escandaloso que un beso. Ese amor no conocía fronteras, ni espacio, ni tiempo; vivía en la urgencia de lo eterno, en la convicción de que la pasión podía romper todas las leyes del mundo.
Ese amor aún existe, aunque esté escondido. Vive en quienes se atreven a entregarse sin reservas, en quienes entienden que la pasión no es vulgaridad sino arte, y que el deseo, cuando es puro, se vuelve inmortal. Amar es ser herido, sí. Pero también es encontrar en la herida la redención de existir.
Y al final, cuando la carne se canse y los cuerpos se desvanezcan, quedarán las marcas, como ecos perpetuos en la piel del alma.
Porque el verdadero amor no se olvida: trasciende, devora, libera… y nunca se extingue.
JCLoboramz
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Autor:
LoboRamz (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 29 de septiembre de 2025 a las 13:07
- Categoría: Amor
- Lecturas: 12
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, Mauro Enrique Lopez Z.
Comentarios1
PRECIOSA PROSA QUE DA GUSTO PASAR A LEER. SALUDOS, POETA
Gracias poetisa, igualmente un fuerte saludo.
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