Fin
Te cuento, cariño…que me siento contento…
después de tanto tiempo,
te cuento que vengo de batallar con la desesperanza,
la desolación me arrinconó al filo de la desesperación,
y no hubo momento que calmara la incertidumbre.
Me sentí tantas veces desamparado…sin norte,
mis días amanecían nublados…
y la luz se volvió un extravío.
La tristeza me acompañaba y yo, me abrazaba a la nostalgia…
sin saber que hacer…resignado a un inevitable desenlace.
Me convencí que ya no había salida,
que mis oraciones no eran escuchadas…
y hasta llegue a pensar que Dios, a lo mejor, no estaba.
El miedo y la impotencia me persuadían,
estuve al extremo del más profundo abismo…
y ya nada me importaba,
mis lágrimas se habían secado…
y mi mirada extraviada deambulaba en el vacío de la nada.
Experimenté la soledad más fría,
en mi mundo de tinieblas solo suspiraba angustia…
y el dolor del alma…ya ni siquiera se sentía,
solo se traducía en un moribundo silencio…
tan callado y oscuro…que parecía que la muerte había llegado,
sin avisar interrumpía mi rutina…
para anunciarme que todo se había consumado.
Pero de una forma misteriosa…en una mañana de agosto,
el día después de mi cumpleaños…
que por cierto fue uno de mis días más amargos,
justo en ese instante…milagrosamente…todo se alumbró…
y cambió para siempre
¿Qué pasó?
tal vez fue un regalo divino…
y desde entonces todo es maravillosamente esplendido,
he recuperado la sonrisa…y siento una paz inefable,
que pinta de colores…y desborda de contento.
No debería pedir nada más…
tan solo orar por que no desaparezca jamás…
esta sensación de contento.
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Autor:
El Gitano de los Versos (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 27 de septiembre de 2025 a las 11:59
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 12
- Usuarios favoritos de este poema: mauro marte, Mauro Enrique Lopez Z.
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