El Libro del Alma

Un alma es como un libro,
donde las letras se elevan en palabras,
y las palabras revelan su esencia.
Las frases se reúnen en aliento,
expresando el pulso oculto de una vida—
una vida tejida de experiencias.

Los detalles de mi existencia
se derraman suavemente en la página,
registrando ascensos y caídas,
las sombras silenciosas,
el resplandor ardiente del primer amor—
ese latido desbocado como un tren
corriendo fuera de control.

También hubo eclipses,
la luz devorada por la oscuridad,
oportunidades doradas que se escaparon
entre manos temblorosas—
como escalar una montaña
y sentir su cima desmoronarse.

Aun así, mi mano siguió escribiendo.
El relato se negó al silencio,
pues el triunfo brillaba
como un horizonte prometido.

Y así los capítulos perduran:
aquel instante en que mi linaje
tocó por primera vez la luz de este mundo—
mi mundo.
Las páginas siguen girando,
un diario sin fin ni fecha,
un instante perfecto corriendo por mis venas.

Aunque los capítulos cierren,
lo hacen solo
para que la historia vuelva a empezar—
una página que se pliega en silencio,
otra que susurra al abrirse.

Un laberinto de crónicas vivientes,
una biblioteca en mi corazón,
un pacto eterno entre mi alma
y el mundo respira.

Sigo tejiendo palabras con cuidado,
líneas que fluyen en párrafos,
párrafos que se vuelven ríos inmensos—
ríos infinitos de mi esencia infinita.