Se esparce la voz dañina,
como pólvora en el viento,
y en su falso fundamento
la malicia se destina.
Es costumbre tan mezquina,
ser verdugo sin espada,
la conciencia está callada,
y el honor queda en desvelo.
De la lengua nace el duelo,
pues la boca nunca paga.
Quien presume de escuchar,
y repite sin medida,
condena ajena la vida,
y se atreve a sentenciar.
No sabe lo que es callar,
ni medir lo que provoca,
se embriaga con su propia boca
del veneno que libera.
Mas su sombra lo devora,
cuando el eco lo condena.
Es moda de lo infeliz,
difamar con tono necio,
disfrazar el odio en precio
de la risa y del desliz.
Juega a ser juez y aprendiz,
pues su boca es alcancía,
cose chismes día a día
y se arrulla en falsedades.
Mas sus dichas son verdades:
quien difama, se vacía.
Al cobarde le resulta,
más sencillo señalar,
que en su espejo su mirar
cuando el juicio lo sepulta.
El veneno siempre insulta,
es cadena sin perdón,
pero todo corazón
tiene un límite en su guerra.
La palabra que destierra,
se regresa en maldición.
No es astucia ni poder,
el hablar de los demás,
es pobreza, nada más,
del que no sabe crecer.
Porque al fin suele caer
la careta del perverso,
su verdad se rompe en verso,
y su boca queda muda.
La mentira se desnuda,
cuando arde en su universo.
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                        Autor:    
     
	Loiiz. (Seudónimo) ( Offline) Offline)
- Publicado: 24 de septiembre de 2025 a las 16:40
- Comentario del autor sobre el poema: Estas décimas no perfectas me nacen de la amarga contemplación de un mal cotidiano: la lengua ligera que hiere más que una espada. Hoy parece moda el difamar, el repetir sin pensar, el esparcir ponzoña como si fuera un entretenimiento. Sin embargo, cada palabra lanzada envenena primero a quien la pronuncia, y después al que la replica. No escribo contra una persona, sino contra un hábito perverso que corroe amistades, quiebra familias y envenena sociedades. Que este escrito sirva como espejo para quien se crea intocable: al final, toda voz regresa como eco, y todo veneno termina en su propio dueño.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 31
- Usuarios favoritos de este poema: ElidethAbreu, Dulce, mauro marte, Salvador Santoyo Sánchez, Éusoj Nidlaj, Carlos Baldelomar, JUSTO ALDÚ, Tommy Duque, WandaAngel

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Comentarios6
Gracias karonte por señalar a esas lenguas venenosas que se creen jueces y jurados.
Me ha encantado.
Abrazos.
Algunos, no todos poeta.
Muy ciertas tus palabras Karonte, es facil señalar y no mirarse a uno mismo, cuando todos en esta encarnación estamos en el mismo
proceso aprendiendo a evolucionar, abrazo alado
tenemos que ver de ves en cuando al espejo, no tenemos la verdad absoluta.
Excelente poema, que esgrime la verdad.
Recibe saludos, poeta amigo Karonte
Asi tal cual mi amigo.
Es un mal endémico. Se insulta, se difama y luego piensan que hay que escuchar o leerles todo.
Saludos
hay quienes ya no tienen ni un pedazo de empatía, les sale mejor ser el centro de atención con ofensas.
TREMENDO POEMA QUE NOS ENTREGAS HOY AMIGO BARQUERO...LO FELICITO
Ojala se acabe hablar sobre estos temas, pero como bien lo has dicho, dejaríamos de ser humanos.
Sabias palabras hermano, a veces me gustaría estar libre de culpa, but alas, mea culpa.
Pocos salen ilesos. 😅
No basta con tener palabras sabias mi hermano, hay gente perversa, que jamás cambiara.
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