Luna alpina 🌕

Luna alpina 

Mi querida poetisa, mi eterna esfera de amor, mi maestra,
​te escribo para saludarte con el cariño y el respeto de siempre. 

Con la misma honestidad, te ofrezco mis más sinceras disculpas por mi prolongado silencio, un abismo del cual soy el único responsable. Me apena haberme perdido de nuestros fecundos lares, de las rutinas que compartíamos y de la poesía que nos unía.

​Causas ajenas a mi voluntad mermaron las lecturas en nuestro punto de encuentro, pero nunca mi admiración por tu obra. Quiero reivindicar la amistad que edificamos, esa relación sublime y cundida de sentimientos apasionados que florecieron en el círculo de amor que creamos.

​Ojalá mi ausencia no haya mellado la esencia de lo que nos une. La amistad, mi querida musa, no necesita de antesala ni de la presencia constante para mantenerse. Se lleva en el corazón y en el alma, una bondad sagrada que Dios bendijo y que supimos descubrir en este camino excelso de la poesía.

​Perdóname si te fallé. Perdón si mi ausencia te confundió. Fue un adiós sin despedida, pero nunca uno en definitiva. Solo un desliz de un hombre despistado que, aunque se pierda, jamás olvida lo que su corazón atesora.

​En este tiempo me he dedicado a asuntos familiares y a varios proyectos personales que pronto verán la luz: la Fundación de San Felipe El Fuerte, la Evolución Político Territorial del municipio Independencia, la Semblanza del Dr. León Trujillo y Mis secretos gerenciales como Alcalde.

​Mi querida amiga, te reitero que sigues intacta en mi alma. Mi admiración por ti está tan viva como siempre. Te recuerdo por ser una mujer incansable e incesante, inspirando a quienes usamos las letras para expresar lo que somos y lo que soñamos.

Mi fe y mi esperanza están contigo, para que te encuentres bien, llena de vida e identidad, de poesía y de filosofía, de salud, bienestar, ganas y utopías. 

​Te quiero un montón,

​Tu sol tropical ☀️