Te devuelvo el aire

aviemas

Tu ego es un muro que no te deja ver,

tu amor propio, un reflejo roto en vidrio.

La realidad te queda chica, torcida;

te lo repites hasta creerlo.

 

Dices “siento mucho” como quien firma un cheque,

pero lo que llevas dentro es un hueco frío.

Un vacío que rellenas a costa de otros,

sin medir precio, sin mirar camino.

 

Te colocas máscaras para el mundo;

contigo mismo llevas la peor de todas.

¿Cómo no ver tu propio mapa en ruinas?

Te ahogas y arrastras para seguir respirando.

 

Ese aire robado no sabe durar;

no hay salvavidas eterno ni atajo seguro.

No eres invencible: tus mentiras, por muy dichas,

no se vuelven verdad aunque las repitas.

 

Y llegará un momento

no lo subestimes

en que te falte aliento y ruegues por aire.

No será tuyo, nunca lo fue;

en lo más hondo, cuando por fin lo veas,

 

recuerda: todo vuelve.

Todo duele, todo cobra.

 

Hijo de puta.

Avi-

Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.