Si El Amor Llega Otra Vez

Si El Amor Llega Otra Vez 

Si vuelvo a encontrar el amor, deseo que sea de alguien
que ilumine la alegría en mi rostro silencioso,
que sepa dibujar luz donde hay sombra y temor,
conversando en voz baja bajo el cielo estrellado,
tejiendo complicidades con risas y susurros.

No anhelo joyas brillantes ni riquezas vacías,
soy una mujer de sueños simples y honestos,
basta con un abrazo que calme mis dudas,
un gesto sincero que alimente el alma,
momentos pequeños que guardo en el pecho.

Quisiera que fuese una historia con sabor a calma,
donde el tiempo se detenga en las mañanas lentas,
con esencia de vainilla y ruido de hojas,
un refugio sereno que parezca mi casa,
un rincón del mundo donde siempre regreso.

No quiero grandes palacios ni busco lujos lejanos,
prefiero el rumbo incierto de un camino polvoriento,
la música compartida en un viejo dispositivo,
mirando por la ventana cuadros que se transforman,
paisajes que cambian como el arte en movimiento.

Aspiro a un cariño similar a la brisa,
que acaricia la piel después de la lluvia,
fresco como el aroma de la tierra mojada,
suave como el trigo que mece el viento,
eterno como el ciclo que renace en abril.

No me regreses ramos mustios sin vida,
llévame a pasear entre jardines abiertos,
donde crecen las dalias y cantan los pájaros,
donde las palabras rotas se convierten en versos,
y el corazón se limpia con agua de río.

No exijo juramentos ni pactos eternos,
el hoy es un regalo que abrazamos juntos,
busco a quien entienda este latir constante,
y a quien yo pueda amar sin condiciones,
compartiendo el camino sin mirar el reloj.

No persigo la eternidad ni días sin fin,
solo un segundo único de entendimiento profundo,
donde todo sea perfecto aunque sea imposible,
como un sueño infantil que nunca se acaba,
donde volamos juntos sin soltarnos las manos.

Si el amor llega otra vez, que sea de una persona
que despierte la risa donde hubo tristeza,
que construya puentes sobre mis dudas viejas,
y que sepa leer en mis ojos cerrados
la historia que escribimos sin necesidad de palabras. 

—Luis Barreda/LAB