Ella dijo que no me quería, y yo me quedé calladito.
Ella dijo que no me esperaría, y mirame yo aquí solito.
Es verdad; hoy recién entiendo.
Ella no lo dijo por mala, sino para que yo entendiera que todo en la vida se paga.
Es pequeña la historia, pero rara la gloria de sentir victoria de algo que mata la memoria.
Ella sabía de estas cosas, y por ello ella calló. Para no hacerme sentir mal, ella se marchó.
Hoy solo puedo decir que ella sigue viviendo en mí, y que nunca la borré de esta, mi memoria.
Y tú fuiste mi ángel guardián, y mira, yo fui tu demonio.
Y tú fuiste mi gota de luz, y mira, yo fui tu infierno.
Y tú fuiste la lluvia de abril, y mira, yo fui la contaminación de este mundo…
…de este mundo que ya dejó de girar,
de este mundo que dejó de girar porque tú ya no estás.
Porque tú ya no estás.
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Autor:
kenneth Emilio Vargas Ovalle (
Offline) - Publicado: 18 de septiembre de 2025 a las 18:40
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 25
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais, Mauro Enrique Lopez Z., ElidethAbreu

Offline)
Comentarios1
No es, en absoluto, una pequeña historia y sí todo lo contrario: Es una historia de pequeños grandes mensajes y de sentimientos reales y que son, seguramente, el reflejo de muchas cosas que sólo unos ojos saben ver bien.
Mi admiración.
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