MI PRIMER DÍA DE TAXISTA
Hoy salí con el timón en las manos,
y el corazón un poco nervioso.
No fue solo manejar,
fue conocer la ciudad con otros ojos.
Las calles que nunca crucé a pie
se abrieron frente a mí,
rincones escondidos detrás de mi barrio
me contaron historias con su silencio.
Un pasajero me llevó lejos,
tan lejos que al contar las monedas
sentí que cobré poco,
como si regalara kilómetros.
Luego otro subió y bajó enseguida,
y pagó como si la distancia corta
valiera más que el horizonte.
Sonreí. Estoy aprendiendo.
No es fácil medir la vida en tarifas,
ni ponerle precio a cada ruta.
Hoy entendí que ser taxista
es también perderse,
volver a encontrarse,
y descubrir que la ciudad,
igual que uno mismo,
siempre guarda caminos nuevos.
© Corazón Bardo
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Autor:
CORAZÓN BARDO (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 16 de septiembre de 2025 a las 22:54
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 5
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