Dormirá en su atacante, fiebre agria,
cama flotante, plazos que quebraron,
llagas hipnóticas, desconsoladas.
Del centro exacto surge la medida:
fiel máquina, tan vieja y tantas veces,
paciente como hierros de un Curie lento,
miraba el silencio de perdedores.
No me sugieras nunca otra salida.
Estar torcido es ya la comprensión,
puntada exacta, parida en la espina.
No busca golosina ni consuelo.
Trinchera de la piedra más severa:
un tajo en canal abre un respiro,
un soplo de arte vivo, balbuceó.
De custodia me queda solo la voz.
Un grito alza la sierra de la espera:
palabra rota, saliva que se agita.
El canto, aunque perdido, nunca cura,
arroja aire puro, fértil suspiro.
Pupilas ricas cuecen al vigía,
potencia que se expande y ya silba.
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Autor:
CBR (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 15 de septiembre de 2025 a las 19:41
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 1
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