Flama a dos Voces
(voz masculina)
Caí rendido en tu lecho profundo
tu piel de seda cubría mi herida
y en cada sombra crecía la vida
como un temblor que abrazaba al mundo.
Tus manos fueron relámpago rotundo
abrían surcos de fiebre encendida
y en cada roce la sangre encendida
se desbordaba del pecho fecundo.
La noche ardía con furia salvaje
y el aire entero pedía ternura
mientras tu carne me daba el lenguaje.
Allí en tus brazos hallé mi locura
y entre tus besos bebí el paisaje
de la pasión que en el alma perdura.
Respuesta Voz Femenina
Tu sombra ardía sobre mí tendida
tus manos fueron la llama sagrada
y en cada caricia quedé derramada
como la fuente que corre encendida.
Sentí tu fuerza fundida en mi vida
tembló mi pecho, mi voz desgarrada
y en tu gemido la sangre incendiada
me fue volcán de pasión compartida.
Caí rendida a tu ritmo salvaje
dejé mi cuerpo quemarse en tu fuego
y fui tormenta sin freno ni traje.
No hubo barreras, me diste el sosiego
y en cada beso sellé mi homenaje
pues fui la llama que ardió en tu juego.
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Autor:
Ellie (Seudónimo) (
Online)
- Publicado: 14 de septiembre de 2025 a las 13:40
- Comentario del autor sobre el poema: Estos sonetos nacen de la urgencia de dos voces que se buscan, que se hieren y se curan en el mismo roce. No hay aquí un cuerpo pasivo ni una entrega muda: el deseo se escribe en diálogo, como quien pronuncia un nombre y recibe otro en respuesta. La piel arde, pero también habla. La boca se abre, pero también reclama. El cuerpo tiembla, pero también guía. En cada verso he querido conservar esa tensión sagrada donde lo masculino y lo femenino se enfrentan, se rinden y se encienden en igualdad de fuerza. Es un cuaderno de fuego y de agua, de llamas que se funden y mares que se derraman, porque el erotismo, cuando es verdadero, no distingue fronteras: solo reconoce la llama compartida. La autora 🌹
- Categoría: Amor
- Lecturas: 2
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