Se despertó
el mar y las resacas
junto a la playa.
Fueron las olas,
primero perezosas
las que cantaban.
Con su cadencia,
de algas y corales,
enternecían.
¡Cuánta belleza
dejaba la mañana
y el nuevo día!
Pensaba en ti
bailando entre las olas
que te mojaban.
Te vi nadar,
saltar y acariciarlas
en un instante.
Por eso vino
tu nombre hasta mis labios
que susurré.
Quería verte,
tenerte entre mis brazos,
sentir tus labios.
Quería darte
mi amor y mi cariño
en la distancia.
Rafael Sánchez Ortega ©
08/09/25
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Autor:
Pyck05 (
Offline)
- Publicado: 14 de septiembre de 2025 a las 03:17
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 0
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