Casi como si fuera real, caigo en un remolino y, con cada vuelta dada, un recuerdo me atrapa.
Y me llena de vos, de tus ojos en mis ojos, tu tacto sobre mi piel, como una llama breve que, al apagarse, va dejando un rastro de ardor invisible.
Al amanecer aprovecho la luz y busco el atajo que me lleve hacia donde no estés, pero oscurece tan rápido y la luna no aparece; mi valor se escapa y vuelvo a esconderme.
En noches de luna llena me pierdo en ella, no sé por qué; tal vez es su resplandor que me arrastra a tu mirada, me secuestra y me destruye, me deja inmóvil.
Me pregunto cómo es posible que eso —que no llega a ser ni una brisa, que no puedo tocar ni perseguir, que viene y va sin invitación ni despedida— provoque en mí volver sobre mis pasos a aquella hoja para dibujar tu silueta ya casi desaparecida y traerte de nuevo al espacio donde no perteneces.
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Autor:
Rhea (
Offline)
- Publicado: 13 de septiembre de 2025 a las 02:34
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 1
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