Donde el poder, de barro y oropel,
construye tronos de efímera ceguera,
la voz del pueblo, lamento sin piel,
clama justicia, más nadie la lidera.
En este circo de vana apariencia,
los líderes, fantasmas en la escena,
tejen sus redes con falsa elocuencia,
mientras el alma de la patria, pena.
¿Qué es el gobierno, sino un espejismo
que promete la luz, más da la sombra?
Un barranco que oculta en su abismo,
la miseria de quien su nombre nombra.
El oro es ídolo, y la avaricia una maña,
la diosa a la que todos se arrodillan,
y la ley es una débil artimaña,
y las promesas flores que se marchitan.
Oh, mente humana, tan proclive al engaño,
que en el poder encuentras la victoria.
¿No ves que el tiempo, con su cruel desengaño,
despojará de su gloria a la memoria?.
Más en el caos de esta oscura noche,
la fe resiste, faro en la tormenta,
y el corazón, con su sincero derroche,
clama la verdad que al alma sustenta.
Y así, en mi verso, busco la verdad,
no la de un mundo que se autodevora,
sino la luz de la inmensa claridad,
que en la justicia un ser se adora.
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Autor:
Leoness (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 12 de septiembre de 2025 a las 16:04
- Categoría: Sociopolítico
- Lecturas: 6
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