Desde que tú te fuiste.

Desde que tú te fuiste,
los días se han vuelto sombras, 
Las horas caminan lentas,
y el aire pesa con tu ausencia.

Las flores en el jardín,
ya no sonríen como antes, 
sus colores se han desvanecido, 
en un eco de lo que fue.

Las risas se guardan en baúles, 
recuerdos atados con cintas de polvo, 
los cuentos que solíamos compartir, 
se han convertido en murmullos vacíos.

El sol asoma tras las nubes, 
pero su luz me resulta ajena,
cada atardecer se tiñe de tristeza, 
y la luna llora por los dos.

Las calles, que un día fueron nuestras, 
ahora son caminos solitarios. 
los pasos resuenan en el silencio, 
y mi corazón busca tu voz.

He buscado refugio en los libros, 
más las páginas no me consuelan,
las historias ya no me atrapan, 
pues falta el hilo de tu presencia.

Al caer la noche, miro al cielo, 
y las estrellas parecen burlarse, 
sus destellos son como suspiros, 
que nunca llegaron a tus labios.

El viento trae tu nombre, 
como un susurro perdido,
pero al abrir la ventana, 
solo se siente frio en la brisa.

Desde que tú te fuiste, 
el tiempo se detuvo en mis venas,
los recuerdos son armas de doble filo, 
y a menudo cortan más profundo.

Pero dentro de esta niebla, 
una esperanza se asoma tímida,
quizás, un día, regrese el sol, 
y con él, el latido de tu risa.

Las estrellas seguirán brillando, 
aunque a veces se oculten, 
porque el amor no se desvanece, 
solo se oculta en el fondo del alma.

Desde que tú te fuiste, 
los días aprendieron a vivir sin ti,
sin embargo, en cada amanecer, 
un susurro me recuerda que te amé.