Yo vi la luz,
lejana, de sus ojos
en plena noche.
Era la luna
saliendo a hacer su ronda
con las estrellas.
Algo buscaban,
sin prisa, tus pupilas
encantadoras.
Y comprendí
que el beso de la noche
iba en tus labios.
Y que tus manos,
sin duda, angelicales,
daban caricias.
Y hasta tu voz,
que hablaba, sin palabras,
dejaban calma.
Por eso quise
robarte unos instantes
y fui hasta ti.
Mi corazón
latía, acelerado
y desbocado.
Tenía miedo
y tú, con tus dos brazos,
me recogiste.
"Duerme mi niño",
dijiste en un susurro,
y fui feliz.
En tu regazo,
mis ojos se cerraron
y al fin soñé.
Rafael Sánchez Ortega ©
05/09/25
-
Autor:
Pyck05 (
Offline) - Publicado: 11 de septiembre de 2025 a las 03:22
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 12
- Usuarios favoritos de este poema: Alexandra I, Mauro Enrique Lopez Z., MISHA lg, Texi, Salvador Santoyo Sánchez
Offline)
Comentarios1
dulce y tierno abrazo poeta
bellas tus letras como siempre
gracias por compartir
Tenía miedo
y tú, con tus dos brazos,
me recogiste.
"Duerme mi niño",
dijiste en un susurro,
y fui feliz.
En tu regazo,
mis ojos se cerraron
y al fin soñé.
besos besos
MISHA
lg
Gracias Misha.
Abrazos.
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