Deshielo

Deshielo

Dormía en hielos sin consuelo,

cerrado al mundo en mi prisión,

cuando tu voz llegó, canción,

trayendo auroras desde el cielo.

Se abrió en mis manos la semilla,

brotó en la nieve su verdor,

y en cada brote hallé calor,

que en mis inviernos no brillaba.

Auroras tienden su camino,

deshielan mares de cristal,

y un río limpio y torrencial,

me lleva al sol de tu destino.

Tus ojos son la primavera,

que nunca el Ártico soñó,

y en tu mirada despertó

la fe dormida y verdadera.

Si fui silencio en sombra fría,

soy voz de luz al despertar,

tu amor me enseña a caminar,

con nueva sangre cada día.