Aquella noche las estrellas tiritaban
como luciérnagas atrapadas en un bosque,
y los ojos no miraban hacia arriba:
veían sueños como sombras movedizas
deslizándose sobre el suelo brillante de relente.
Aquella noche, escondida en la oscuridad del insomnio,
el conticinio no era más que un rayo perdido
de una tempestad aplastada
en la esquina húmeda de la melancolía.
Aquella noche el viento traía versos sueltos,
desmembrados de un poema de amor perdido,
como un naufragio de desvelos
que golpeaba mi pecho y mi silencio.
Aquella noche me sentí vacío,
como sudario tendido sobre una sábana
cubierta de telarañas y polvo antiguo.
Sin ti, mis ojos se vuelven noche:
solo existes en mis sueños,
en ese bosque frondoso de recuerdos
donde dos cuerpos se ciñen,
anhelándose bajo la luz de una llama,
con cadenas rotas en las manos
y los pies desnudos,
libres por fin del tiempo y del olvido.
-
Autor:
nachosol (
Offline)
- Publicado: 10 de septiembre de 2025 a las 12:55
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 0
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.