El Juramento Sempieterno

jtaltuve


Mi vida era un cuarto vacío y yo no lo sabía.
Caminé por el mundo con la certeza de que algo me faltaba,
pero mis manos, tercas, buscaban en la forma incorrecta.
Tuve la cara de la luna, el olor del mar en la piel,
pero mi alma, un vagabundo sin nombre,
cargaba el peso de un juramento olvidado.
Había un silencio sagrado dentro de mí
que nadie, hasta entonces, había logrado descifrar.

 

Y entonces, mujer... llegaste.
Y en la gran paradoja de esta vida,
mis ojos te vieron por primera vez
en el mismo instante en que mi alma, al fin, te reconoció.
No fue tu voz ni el desorden de tu cabello;
fue una certeza cruda y sin mapas,
un temblor en mis manos
que te dijo, "te conozco".

 

Y me consume la ironía más cruel:
qué absurdo haber buscado en el horizonte
el puerto que siempre estuvo anclado en tu mirada.
Qué estúpida fue la búsqueda,
cuando el camino y el hogar
estaban tatuados en el latido de tu pecho.

 

Tu cuerpo es el único idioma que mi cuerpo ha entendido.
Mis manos, por fin, saben su destino al tocar tu piel,
la única cartografía de mi vida
donde cada curva me susurra un recuerdo.
En tu respiración encontré la calma de todos los años perdidos,
y en la quietud de tus ojos, la tormenta que faltaba.

 

No eres una mujer más, eres la verdad hecha carne.
La prueba palpable de que las almas se encuentran,
se reconocen y se juran de nuevo.
Eres el fin de mi búsqueda y el comienzo de todas mis historias,
la única realidad que, de tan incierta,
se vuelve sagrada.

JTA.

Ver métrica de este poema
  • Autor: jtaltuve (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 9 de septiembre de 2025 a las 21:26
  • Comentario del autor sobre el poema: A mis lectores y al eco de sus palabras Este poema no estaba escrito en mis planes. Nació de la más pura y hermosa de las inspiraciones: ustedes. Después de compartir "Destinados," sus comentarios y sus propias experiencias crearon un eco tan profundo que no pude ignorarlo. Hablaron de esa verdad a flor de piel, de esa sensación de haber conocido un alma antes de haberla visto, y de la paradoja de un amor que se siente eterno aun en la incertidumbre. Esa es la realidad de la vida, ¿verdad? Estar enamorado de alguien que tu alma ya reconoce, sin saber por qué. De eso se trata este nuevo intento de ponerle voz a lo que no tiene nombre. Este poema es mi espejo de su sentir, un humilde altar para todas esas conexiones que existen antes de ser tocadas. Espero que, al leerlo, encuentren un poco de sí mismos en sus versos y que les ayude a sentir que no están solos en este misterio. Con todo mi aprecio, JTA.
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 1
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.