Mas allá del ocaso habita,
se cubre de verdor entre fronteras de silencio,
entre bastiones de humedad
como esmeralda
que habita su ostión de olvido
en las entrañas de un mar latente,
con afluentes purpura que la incitan
con promesas y siluetas clandestinas.
El tiempo
que en etapas la divide
cual sierra que degolla un árbol fuerte,
como rayo que parte al infinito,
es su confidente mas antiguo
y se abrazan
entre imágenes rotas que reclaman
un remanso de cadenciosa levedad.
Ni el sueño y sus promesas la detienen,
ni la lluvia con su claridad bendita
mucho menos un tifón
que deshoja el árbol de la vida
mudando su verdor con las derrotas,
truncando el verano
por la nieve de un invierno otoñal.
Nada tengo que promulgar,
no me atrevo a imaginar cuanta ilusión
se guarda en el ropero da la estancia,
no me atrevo a mentir y sin embargo
estoy mintiendo, ya que no soy yo
quien la desnuda,
son mis letras que la nombran...Soledad.
Autor...reh
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Autor:
Rafael Elias Huerta (
Offline)
- Publicado: 8 de septiembre de 2025 a las 17:46
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 20
- Usuarios favoritos de este poema: WandaAngel, Mauro Enrique Lopez Z., alicia perez hernandez, Carlos Baldelomar
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