Sellamos la noche con nuestras sombras, cada palabra es cuchillo invisible, cada gesto, un contrato sin sello.
Los nombres se pronuncian en susurros, el vino arde en la copa y en la sangre, el silencio escucha y no se atreve,la luna observa, cómplice muda, y los fantasmas de traiciones pasadas asienten en el aire frío,marcando la línea que nadie cruzará.
Los dedos se entrelazan como cadenas,el juramento se sostiene en la mirada,el miedo es aliado y enemigo a la vez,cada promesa pesa como piedra sobre los hombros que ya cargan secretos, cada traición pasada resuena, y el futuro se escribe con respiración contenida,
con latidos que golpean como tambores, con la certeza de que romperlo será abrir un abismo sin fondo.
Aquí no hay misericordia, ni perdón, ni descanso, solo la ley que nos inventamos cuando la sangre y la palabra se mezclan.
El tiempo será testigo, el viento llevará rumores, pero el pacto quedará sellado en cada sombra que nos sigue, en cada mirada que no se aparta, en cada silencio que es juramento.
Y así, entre cenizas y pólvora, entre ecos de antiguos rivales, nace la alianza que nadie quebrará, aunque caiga la ciudad, aunque los cielos se oscurezcan, aunque los cuerpos caigan y se olviden.
Porque quien respeta el grimorio lleva la eternidad en la mano, y quien lo traiciona llevará la sombra eterna consigo.
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Autor:
Fiorenzo (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 8 de septiembre de 2025 a las 14:26
- Categoría: Sociopolítico
- Lecturas: 12
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, ElidethAbreu, Mauro Enrique Lopez Z.
Comentarios1
Gracias Fiorenzo y me han fascinado sus letras y privilegio de leerlas.
Abrazos.
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