En un rincón del hogar, tan serenos,
dos felinos juegan, siempre tan amenos.
Sus ojos brillan como estrellas en la noche,
con suaves pasos, son puro derroche.
Uno es juguetón, rápido como el viento,
salta y corre, nunca se queda en silencio.
Con su ronroneo, el mundo empieza a descansar,
una melodía suave que nos hace soñar.
El otro es un noble, con un porte distinguido,
se toma su tiempo bajo el sol, siempre apartado.
Con un maullido suave que emana dulzura,
en su mirada se percibe la locura.
Juntos en la casa, son pura alegría,
con sus travesuras llenan de energía.
Un juego de sombras, una caja vacía,
en su pequeño mundo no hay monotonía.
Brindemos por ellos, por su suave andar,
en este hogar que saben amar.
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Autor:
77 (
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- Publicado: 8 de septiembre de 2025 a las 12:15
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 31
- Usuarios favoritos de este poema: Andiuz, El Hombre de la Rosa, Mauro Enrique Lopez Z.
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