¿A dónde va todo ese amor que sientes por alguien que ya no está?
¿Dónde vive esa nostalgia que me recuerda todos los momentos que no vivimos?
Porque cómo les explico que algunas mañanas
me quedo mirando a la ventana
preguntándome cómo sonaría tu voz,
creo que sería alegre y decidida
como el aleteo de un gorrión.
Algunos días, me persigue la duda
sobre si al reírte te saldrían hoyuelos en las mejillas
o si por el contrario, como a mí, no los tendrías.
Me da curiosidad, especialmente cuando saco las cosas antiguas
y veo esa diminuta chaquetita amarilla
que me tejiste pero que nunca pudiste verme llevar,
si tus manos serían suaves y delicadas
como la ropa que cosías
o rugosas, curtidas por las durezas de la vida.
Y luego, mientras miro esas fotos colocadas en las baldas
quiero poder preguntarte si te gustaba como salías.
Y echo de menos, entre otras cosas,
esas tardes que nunca compartimos,
esos chocolates calientes pendientes,
las canciones que nunca me enseñaste
y los guisos que nunca comimos juntas.
Y me pregunto si es posible echar de menos tus abrazos
si nunca compartimos uno,
si nunca nos dio tiempo a ello.
Pero aunque no tenga sentido, de verdad,
los echo de menos.
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Autor:
Un atisbo (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 7 de septiembre de 2025 a las 16:55
- Comentario del autor sobre el poema: Este pequeño escrito se lo dedico a una persona que tenía el nombre de una flor, espero que allá dónde esté esté rodeada de ellas y ojalá que de algún modo estas palabras le lleguen. Porque aunque nunca estuvimos físicamente juntas su presencia me acompaña allá donde voy, espero que sepa la huella que ha dejado en mí.
- Categoría: familia
- Lecturas: 15
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., EmilianoDR
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