_Morena de Caribe_
Morena sabrosa,
me priva tu andar,
cintura de diosa,
me quieres matar.
Tu risa me enciende,
la sangre me prende,
si tiras que sí,
me pierdo por ti.
Tus ojos me atrapan,
candela en sazón,
de lejos me atracan,
me roban razón.
Camino embobao,
como un atontao,
si miro de más,
me enciegas nomás.
Mulata traviesa,
qué juego feroz,
me mueves la mesa,
me quitas la voz.
Si giras la falda,
la acera se escalda,
y hasta el colibrí
se pega de ti.
La calle se alegra,
si sales a andar,
se asoma la negra,
se asoma el galán.
Tu paso reluce,
el barrio traduce,
que un beso de ti
me saca de aquí.
Ay, dulce hechicera,
me mata el calor,
camino a tu vera,
me empapa el sudor.
De fruta madura,
me tienta locura,
si dices ven, ven,
me caso también.
Muchacha bonita,
de fuego y tambor,
la brisa te imita,
te copia el sabor.
Si guiñas la ceja,
la tierra festeja,
y hasta el bacalao
te pide un bocao.
Me miras y tiemblan
las piedras de mar,
mis penas se sueltan,
me pongo a bailar.
Si tiras un guiño,
me vuelvo tu niño,
si dices que sí,
me como ese ají.
Qué cara de santa,
con truco interior,
me miras y espantas
la luz del rotor.
Tu risa de calle
me enciende detalle,
si pruebas de mí,
me acabo por ti.
Cadera traviesa,
qué mambo feroz,
me robas la pieza,
me apagas la voz.
Si tocas palmera,
retumba la acera,
y hasta el colibrí
te sigue por mí.
Ay, reina morena,
me matas de sed,
camino tu pena,
me tumbas la red.
Si vienes de prisa,
enciendes las brisas,
y en coro dirán:
¡Es dueña del clan!
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Autor:
EmilioDR (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 7 de septiembre de 2025 a las 12:30
- Comentario del autor sobre el poema: Dedico estas estrofas al poeta Rafael Escobar para que se anime a escribir piropos a la mujer de su tierra, a las ninfas o a las musas. Estos tienen el estilo de los piropos, con rimas obligadas, a la mujer caribeña que deslumbra en su andar, con un movimiento que parece heredar de las olas y del balanceo de las palmeras. Caminan con un bamboleo, un paso que atrapa miradas y enciende suspiros. Hay en su presencia un atractivo que no se fuerza, que surge de la naturalidad de su piel quemada de sol y del fuego que lleva en una vestimenta de colores brillantes, un pelo rizado en trenzas o suelto al viento. Muchos merengueros dicen que esa mujer es una bomba, dulce como el agua de coco.
- Categoría: Humor
- Lecturas: 8
- Usuarios favoritos de este poema: Henry Alejandro Morales, Pilar Luna
Comentarios2
Vamos a lo importante, tienes su número? Jajaja
Un poema con el ritmo del caribe, buen Domingo.
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