El olvido aún está ahí.
No lo olvidemos.
Queda la otra
Mitad de las
Palabras
En Barranquilla, Colombia, tierra de los caribes, entre su gente compuesta por más de diez etnias y culturas diferentes, la tradición oral siempre ha contado que: “…Remedio La Bella salió un día volando al cielo”. Leyendo al escritor, periodista, historiador y cuentista Juan Gossain supe que entre los caribes de Barranquilla no existe, no se conoce, ni se sabe de eso que siempre se ha dado en llamar “El realismo mágico”, simplemente la gente cree y conoce de lo que se oye, de lo que otros cuentan y es entonces que todo lo escuchado en la calle se vuelve creíble.
En su novela Cien Años de Soledad Gabriel García Márquez cuenta cómo ocurrieron los siguientes hechos y que en su niñez el escritor oyó de boca de su abuela Tranquilina Iguarán Cotes: “ Entre el viento de las cuatro de la tarde que azotaba las sábanas en el patio, Remedio La Bella salió volando al Cielo y nunca más volvió” En esta misma novela, - que he leído cuatro veces pues creo, convencido, de que no es sólo la historia de la familia de Gabo y tampoco sólo la de Colombia sino la de todo el continente del Centro y Sur de América -, su autor cuenta que Tranquilina, su abuela, cuando se vino a la ciudad desde Aracatá se compró una esclava india de nombre, al principio, Visitación; se la compró para el servicio de casa y después de un tiempo Tranquilina le llamaba Remedio La bella. Un día, de repente, Visitación desapareció de la casa y de las calles del pueblo; fue de imprevisto y todo en el mismo día: se había ido con un marchante de venta de latas, objetos de cobre y de muebles de casa que un día y también de imprevisto se presentó allí, en la plaza con su maletín de fotos de sus productos de venta. Al poco los vecinos, extrañados de no verla y de su ausencia de días, preguntaban con insistencia a Tranquilina; y ocurrió que ante la vergüenza de reconocer y contar que Visitación se había fugado con un desconocido, Tranquilia, la abuela de Gabriel García Márquez, contó e hizo creer lo ya dicho antes: Que Remedio la Bella, Visitación en su casa, había salido a patio y había volado al Cielo en un viento tan fuerte que sopló a las cuatro de la tarde.
A veces los Pueblos, las sociedades alejadas de todo y del resto de la gente necesitan creer en algo para tener también algo que contar, de qué hablar, a esto los escritores lo han dado en llamar siempre “Realismo mágico”: Esa gente de los pueblos y las aldeas simplemente lo llaman realidad interior.
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Autor:
Nkonek Almanorri (
Online)
- Publicado: 5 de septiembre de 2025 a las 19:25
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 1
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