Juntos

Juntos 

Los rumores del alba despiertan a los compañeros Que yacen entrelazados en sueño profundo y quieto, Retumban con suavidad como una tormenta lejana Mientras contemplo tu mirada con devoción sincera, Y encuentro en ella un refugio para mis horas inciertas.

Me envuelvo en tu calor con abrazo silencioso, Percibo el leve ritmo de tu respiración constante, Tu hablar es un consuelo que calma mis temores, Un afecto tan hondo que decidí guardarme, Porque juntos hemos construido un mundo sin fronteras.

Pues yo soy tu mujer y tú eres mi varón, Cada instante que necesites mi mano extendida, Recorreré caminos con paso firme y cierto, Para alumbrar tu senda con lumbre delicada, Y seré tu apoyo inquebrantable en la jornada.

Aun cuando la distancia parezca hacerse presente O el tiempo nos obligue a seguir rutas distintas, No pienses que me alejo ni dudes de mi entrega, Pues mi alma permanece atada a tu existencia, Como el mar a la luna en marea perpetua.

Avanzamos juntos hacia un destino inexplorado, Un rumbo desconocido que nos convoca unidos, A veces siento dudas y el temor me visita, Pero hallo en tu presencia la fuerza que me anima, Para vencer los obstáculos que nos impone el mundo.

El eco de tu pecho late con firmeza Y me revela el secreto que antes no comprendía, La idea de soltarte se esfuma en lontananza, Queda atrás como el polvo que borra la lluvia, Y me entrego sin redes a este viaje sin pausa.

Cada vez que me llamas con voz baja y serena, Acudo con presteza a tenderte mi auxilio, Tejiendo con paciencia los hilos de este vínculo, Forjando un mañana donde quepan nuestros sueños, Y aprendiendo a diario del milagro que nos hermana.

Navegamos unidos en esta barca frágil, Aprendemos juntos del oficio de amarnos, Con paciencia y ternura, con valor y paciencia, Descubriendo el hechizo que nace del amor, El sortilegio antiguo que nace de la ternura.

—Luis Barreda/LAB