Si la caída quiebra,
no es por derrota:
el espíritu es libre
si persiste y renace.
Más allá de la muerte,
la eternidad es posible;
como llama encendida,
tu alma es intocable.
Ningún espíritu es vencido
si persiste y renace.
Ningún espíritu es vencido
si cree en lo que hace.
Y ante cada batalla,
y ante cada desafío,
y ante cada victoria.
Y ante cada montaña,
y ante cada derrota,
y ante cada escalada.
El alma del guerrero
es estrella eterna:
brillante e inmutable.
Ningún espíritu es vencido
si persiste y renace.
Ningún espíritu es vencido
si cree en lo que hace.
Forjado en acero noble,
firme, inalterable,
persiste, resiste:
te levantas y renaces.
El alma no se doblega
ante las adversidades.
Tú naciste guerrero:
¡por siempre adelante!
Tallado paso a paso,
luchador incansable,
ni la noche pudo frenarte.
Ningún espíritu es vencido:
persiste y renace,
lleva savia en la sangre,
lleva fuego en la piel.
Jamás serás vencido...
¡si crees en lo que haces!
-
Autor:
Jesús (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 5 de septiembre de 2025 a las 01:39
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 3
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.