Siento que estoy perdido. Sé que son contados los latidos, asombrado por tanto disgusto, por tanto tiempo perdido.
Mi mano va a la roca de arte y, casi cuando la toco, se desprende como migas que dejan rastro, que te atrapan;
sin sustento encasillado.
Y, al final, algo que ya sabías deja de estorbar: derrumbé mental.
Y ya no sé lo que escribo, ni lo que digo, ni lo que hago. Como perro sin olfato, amordazado.
Debería haber un gran cambio, un sentido. Está claro: no soy interesante, ni tengo los brazos llenos de carne.
Soy un cuerpo repleto de disfraces, donde las luces eran intermitentes, puros desgastes de energía carcomida.
La que compartía al fijar lo que sabía que comprenderías, y que no dejaría más que una amasada, fusilada ceguera.
Una brecha donde emana el magma de mi sangre en bandeja servida.
Una fisura, nada casual, imaginable beta orgánica, perdida en el sesgo, donde habita una criatura destructiva,masiva, que al cuello quita cualquier tipo de sonrisa y la convierte en sarna cognitiva.
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                        Autor:    
     
	CBR (Seudónimo) (
 Offline) - Publicado: 5 de septiembre de 2025 a las 00:17
 - Categoría: Sin clasificar
 - Lecturas: 44
 - Usuarios favoritos de este poema: MISHA lg, EmilianoDR, La Hechicera de las Letras, alicia perez hernandez, Javier Julián Enríquez, Emilia🦋, Mª Pilar Luna Calvo
 

 Offline)
			
Comentarios1
La existencia no otorga sentido; lo fabrica quien soporta la incomodidad de mirar sin pestañear. No es necesario buscar un gran cambio como quien espera un regalo: la ruptura, la fisura, la sarna cognitiva que describes… todo eso es de la forja donde el yo se transforma. No hay certezas, no hay mapas, solo esto: el instante, que desarma, que obliga a mirar de frente.
Ahora si algo queda de todo esto, es que ya no hay vuelta atrás, o aceptas la desolación como tu aliada, o sigues persiguiendo castillos en el aire, que dejan más perdido que antes.
La hechicera de las Letras.
No queda otra que sentir la creación
de las herramientas y forjar...
Ya no hay vuelta atrás.
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