Después de mí
de Wcelogan
Cuando ya no esté con vosotros,
y el polvo me devore con hambre,
mi nombre quedará como esquirla
o eco sin dueño.
No esperéis milagros santos:
no fui hostia ni pureza.
Fui lengua de cuchillo,
espina en la misa,
pan de ceniza.
Si os dejé herida,
fue porque sangrar enseña.
Si os dejé risa,
fue porque el abismo necesita carcajadas.
La vida me pasará factura,
no con nostalgia,
sino con un saldo escrito
en tinta de sombra:
“pagó con exceso,
cobró con silencio.”
Algunos dirán:
“fruto podrido.”
Otros dirán:
“semilla rebelde.”
Y yo, bajo la tierra,
reiré sin dientes,
feliz de no pertenecer
ni al cielo, ni al basurero,
ni al mismísimo infierno.
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