Renuncia Silenciosa
Si encuentras en otro hombre la alegría que anhelas, no dudes en partir hacia su lado sin demora, yo me apartaré con silencio en la penumbra, reconociendo que su luz es más brillante que la mía, y aceptaré que tu corazón ya no me pertenece.
Si consideras que su boca te ofrece un dulce fuego, más intenso que el calor que yo podría entregarte, camina decidida hacia ese nuevo destino, mientras guardo en mi pecho los ecos de tu risa, y aprendo a soltar tu mano con dignidad serena.
Si sus brazos son un refugio que te calma el alma, más profundo que el cobijo que mis horas te daban, ve donde él sin mirar atrás por el camino, yo me quedaré aprendiendo a olvidar tu aroma, mientras la noche me abraza con su mudo consuelo.
Si en su mirada hallas la paz que no te pude brindar, muéstrale sin temor la verdad de tu cariño, entrega cada latido de tu pecho inocente, mientras yo reconstruyo los pedazos del ayer, con la esperanza quieta de que seas muy feliz.
Si él despierta en tu ser canciones que yo no supe escuchar, sigue esa melodía que te llama a su mundo, no habrá rencor en mí ni sombra de amargura, solo un amor tan grande que prefiere tu goce, aunque mi sendero quede vacío y sin sol.
Si en algún momento piensas que podrías quererme, estaré aquí con los brazos abiertos y el alma limpia, amándote con calma hasta el final de los días, pero si no soy yo el dueño de tu suerte, entonces ve hacia él y permite que tu historia siga.
Y si al final decides que su amor es tu destino, mis lágrimas calladas se tornarán en recuerdos, en silenciosas estrellas que iluminan tu camino, mientras yo me transformo en un eco distante, que solo desea para ti eterna dicha.
—Luis Barreda/LAB
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Autor:
Luis Barreda Morán (
Offline)
- Publicado: 3 de septiembre de 2025 a las 01:30
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 3
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