Aunque no estes,
entras y sales
por la ventana entreabierta
del alma.
Como gata
que camina por los tejados
a la luz de la luna.
Vas y vienes
en melodías
y canciones
que repiten su letra
muchas veces.
Hay atardeceres
tan bellos,
que querría quedarme
a vivir en ellos.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.