Cuando esto pase
Leonardo Gutiérrez Berdejo
Cuando esto pase, creeré que fue una pesadilla
que inundó de terror y miedo mi remanso de paz,
que arrastró los sueños que quería soñar,
y silenció los cantos que solía cantar.
Cuando esto acabe, cabalgaré sobre nubes de ternura
y nadaré entre olas de pasiones ciertas,
anclaré mi nave en el viejo puerto de aventuras idas,
dejaré mis sospechas a un lado,
y atizaré el fuego de emociones sentidas.
Cuando el horror se marche,
gastaré mi fuerza en vivir la vida de los sueños despiertos,
quemaré mis penas y tristezas con el calor del adiós,
encenderé el fuego de la mañana para los dos,
rociaré el aire con el aroma del café,
llenaré las tazas adornadas con el verde del bosque,
saborearé el trigo de la mañana,
y soñaremos con los sueños de los hijos a querer tener.
Cuando el espanto huya,
zafaré lazos de sentimientos francos
y dejaré que libres vuelen hacía ti,
no importa si desnudos o con el olor de la inocencia,
sin el apremio del reloj ni la ambición del otro
ni con la tenaza de la vergüenza vil.
Cuando el terror se esfume,
huiré de las penumbras
y andaré por calles de ventanas abiertas,
buscaré refugio entre mis cobijas
y diré palabras que ardan de pasión,
las regaré con vino y pasaré mi mano por tu melosa piel,
estrecharé las manos ajadas de lejanos amigos,
andaré los caminos que un día transitamos,
buscaré la taberna,
apoyaré mi codo en la mesa del rincón,
y celebraré con cerveza, pastel y miel
Cuando la nube gris se haya marchado
y la noche del insomnio fallezca,
dejaré a un lado mis tristezas finitas,
volveré a soñar con paraísos fugaces,
estiraré mi brazo sin frenos ni temores
y amansaré los risos de tu locura escondida,
abrazaré el sol de las mañanas
y arrullaré los luceros de tu piel.
Cuando la noche fantasmal se haya ido
haré un inventario de las cosas que aún quedan,
hablaré de los mimos que se marchitaron,
de los amigos que por siempre se marcharon,
abrazaré a los que insisten abanicar el aire de los días
y merodear tiendas de vitrinas repletas de cosas vacías.
Cuando el pavor se apague,
espantaré mis fantasmas abismales,
abrigaré frondosas fantasías y frotaré la piel que me cobija,
pasearé mis días y arrullaré mis noches,
endulzaré tus labios y alargaré mi fe,
pediré al ángel de las tabernas que extienda vasos,
y le preguntaré: ¿por qué?
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Autor:
Leo (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 2 de septiembre de 2025 a las 08:28
- Comentario del autor sobre el poema: No sé cómo fueron los momentos vividos de muchos cuando el tiempo de la pandemia azoto los campos, pueblos, ciudades y nuestras casas, lo que sí recuerdo son los instantes y días azarosos vividos en mi hogar. La realidad que vivía se transformó y nada parecía cierto. Todo era un caos y una zozobra que desesperaba los sentidos y yo ni nadie daba por seguro lo que ocurriría al minuto siguiente o al otro día. Este poema recoge uno de esos instantes desesperados que viví con la esperanza de que así fuera el sueño que vivía. Solo espero que nunca más pase para disfrutar de esta vida. Leonardo Gutiérrez Berdejo
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 3
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