El alma a veces...

Erika Castillo

A veces nos sentimos tan lejanos de lo más anhelado, como si el dolor nos dejara helados, adormecidos, enajenados, cansados del mundo, de sus vibras y sus ruidos, de aquello que va más allá del sentido, entre la rabia y la sabiduría, entre la tristeza y la alegría, como quien sabe lo que tiene y sabe que lo pierde… aunque no lo merece.

El corazón con el que amamos está congelado, y el cuerpo en el que latimos se siente cansado. Es un sinsabor casi maligno, tejido por el tiempo y su designio, por temores que nos dejan sin abrigo, una meliflua sensación de desánimo y castigo, que entristece el alma y la lleva al abismo, en una tensa calma, casi enfermiza, que no nos desarma, pero sí nos pesa, nos atrapa, nos atraviesa.

Y entonces, no queda otra salida sino decidir amar la vida, con sus menesteres, sus grietas, sus heridas, con sus luces intermitentes y sus partidas. Amarla con resiliencia, con presencia, alejándonos de quienes dañan la esencia, quedándonos quietos ante la apariencia, sin oponer resistencia, porque siempre hay luz tras la oscuridad que te molesta.

Es necesario acertar, acariciar tu verdad, ver lo que vales, y todo lo que puedes lograr… Te lo mereces

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  • Autor: Erika Castillo (Seudónimo) (Online Online)
  • Publicado: 2 de septiembre de 2025 a las 04:18
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 1
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