El Amor Que Se Pierde En Silencio

El Amor Que Se Pierde En Silencio 

Ella se aleja sin decir una palabra, como el río que abandona la orilla en calma, su corazón se va cerrando con suavidad, ya no hay reproches ni reclamos que lanza, solo un silencio que lo envuelve todo.

Lleva tiempo guardando pequeñas heridas, momentos de olvido y de desatenciones, que se juntan como gotas en un vaso, hasta que un día el vaso se derrama y ya no queda nada por salvar.

Es un fuego que se apaga sin hacer ruido, una luz que se va perdiendo en la distancia, y aunque intentes volver a encenderla, encuentras que las brasas están frías, y el calor que hubo ya se ha desvanecido.

El hombre piensa que todo está bien, que su amor es fuerte y nunca se termina, pero no ve las grietas que crecen, los vacíos que se llenan de sombras en el alma de quien una vez lo amó.

Por eso, si tienes a quien aprecias, no dejes que el tiempo la vaya cansando, demuéstrale con gestos y con detalles que tu cariño es real y permanece, que cada día buscas reconquistarla.

Porque cuando su afecto se ha marchitado, como una flor que ya no recibe agua, no habrá promesas que puedan volverla, ni palabras que cambien su sentimiento, pues su camino ya tomó otra dirección.

Así es el amor que se pierde en silencio, un adiós que se teje con paciencia, una verdad que duele y que no vuelve, una lección que muchos no comprenden hasta que ven la puerta cerrarse para siempre.

—Luis Barreda/LAB