fe

Kevin Daniel Hernandez Diaz

Solo necesito tu ley
para adorarte, mi Rey.

Es tu paz la que disfruta este hombre;
hago mi oración en la copa de los árboles.
Soy como el ave
que come de tu fruto.

A las 10:10, creo más en tu palabra que en la suerte.
Mis hermanos se abrazan,
sin conocer la muerte.

Por ti, Padre, me siento más coherente.
Que alguien me diga
por qué contigo no siento miedo en las alturas;
que alguien me diga
por qué contigo puedo caminar,
cuando lo cierto
es que mi alma se hunda.

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