EL VIEJO Y EL MAR, DE ERNEST HEMINGWAY: ¿QUIÉN FUE EN VERDAD SALVADOR, EL PERSONAJE DE ESTA NOVELA?

Nkonek Almanorri

 

 

Nunca nos equivocaremos

al decir y hacer lo

correcto.

Hay que volver a leer, diferente,

para poder escribir

diferente.

 

He leído dos veces esta novela, la primera con 14 años y la segunda con 19, esta vez por recomendación de un amigo de la niñez, Juan Carlos de Sancho, que tiempo después iba a ser uno de los fundadores de la revista literaria Puentepalo. Su recomendación vino dada por el hecho, me dijo en ese momento, de que el personaje central de esta novela, Salvador, era canario, concretamente de la isla de Lanzarote, tomé en cuenta el dato y poco más. Al acabar de leer la novela me puse a buscar información acerca de este personaje en los archivos de un periódico local, El Diario de Las Palmas, y también en la hemeroteca del Museo Canario de Las Palmas de Gran Canaria, fue de ahí donde pude saber quién en verdad fue este personaje, dónde nació, él sus padres y abuelos.

Para empezar, el verdadero nombre de la persona que hace de pescador en esta novela con nombre de Salvador es Gregorio Fuentes Betancourt (el apellido Betancourt en la isla de Lanzarote está registrado desde 1402, fecha de la conquista colonial de la isla a mano de una familia francesa, los Betancourt de La Salle). Salvador (Gregorio de aquí en adelante) Nació en Arrecife de Lanzarote un 11 de julio de 1897; sus padres y abuelos era del interior de la isla aunque sus abuelos después emigraron a la costa con sus hijos para dedicarse a la pesca en la costa cercana del África continental, concretamente el Sahara, entonces colonia española, Mauritania y Senegal. Con apenas seis años Gregorio llega con sus padres a la isla de Gran Canaria y se instalan en un barrio marinero de nombre La Isleta, allí vive hasta pasado los diez, apenas va a la escuela pues ya su mundo era el mar, ser pescador como su padre y abuelo. A finales de los ochenta acudo al Club de Prensa Canaria, en la calle León y Castillo de Las Palmas, a ser testigo de una novela que hablaba de los pescadores del barrio de La Isleta, a esa presentación acuden un matrimonio ya muy ancianos, él 98 años y ella 96 y en la cual ¿casualidad? Hablan de haber conocido a Gregorio Fuentes de niño en las calles de su barrio, le llamaban Goyo, diminutivo de Gregorio y contó, entre otras cosas, del momento en que tras pocos años de estancia allí en La Isleta y por recomendación de canarios que habían vuelto de Cuba deciden embarcarse por su cuenta y riesgo hacia Cuba. Aunque hay escritos que aseguran que la familia fuentes salió de Lanzarote para Cuba estos ancianos, y otros datos, hablan de que no es así sino que partieron desde La Isleta (isla de Gran Canaria) en un barco del padre de Gregorio en compañía de sus padres, unos tíos (hermano de su padre, su esposa y un hijo) y él. En alta mar muere su padre y tuvieron que “enterrarlo” en el mar, como se entierran a los marineros; a cargo del barco queda su tío y él Gregorio hasta su entrada a La Habana.

Ahí y tras su llegada Gregorio se abre camino en una nueva vida y es cuando se hace amigo de Ernest Emingway y que lo hace patrón de su yate, de nombre Pilar. Gran parte de su estancia en Cuba Gregorio vive en un pueblito de nombre Cojímar del cual no salió sino una vez para volver a su tierra, Gran Canaria primero y Lanzarote después con la intención, entre otras cosas, obtener la nacionalidad española la cual no tenía puesto que en aquellos años, finales de 1800 y principios de 1900 en Canarias aún no se registraban la nacionalidad española siendo el único registro el de la Iglesia (por aquello del bautismo y afiliación a la ideología católica imperante desde 1402). Cuando Gregorio llega a Canarias tenía 96 años y el Gobierno español del nefasto y ultraderechista José María Aznar – uno de los tres firmantes del Pacto de Las Azores y que dio paso a los bombardeos sobre Irak con el argumento, falso, de que dicho gobierno irakí tenía “armas de destrucción masiva” – le negó a Gregorio el poder tener la doble nacionalidad cubana-española (aunque fuera colonial)

Gregorio Fuentes Betancort murió, creo, con 102 años (o 104, no recuerdo ahora), siempre vivió en Cojímar y fue en sus últimos años muy visitado, entrevistado y querido por sus vecinos y por los turistas que hasta su casa se acercaron a saludarlo y conocerlo; jamás presumió de ser amigo del gran escritor y autor de la novela El viejo y el Mar, ni ser ésta inspirada por él, en su persona.

Cada año, entre el 7 y 14 de julio acudo a los festejos de los Sanfermines en Pamplona, Navarra; no  lo hago para correr delante de los toros, ni detrás, simplemente para reunirme con gente querida e ir, siempre como visita obligatoria, a la Plaza Castillo donde se encuentra el Bar Hemingway y dentro de éste un busto de cuerpo entero de este escritor apoyado en la barra, allí nos reunimos y siempre tomamos unas cervezas, nos hacemos fotos y hacemos saber a los presentes que hayan en ese momento allí quién fue en verdad Salvador, el de la novela El Viejo y el Mar, de Ernest Hemingway.

  • Autor: Nkonek Almanorri (Offline Offline)
  • Publicado: 1 de septiembre de 2025 a las 16:12
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 4
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