No hagas que te enamore, es advertencia,
mi amor es fuego, es río y cicatriz;
si cruza tu mirada mi presencia,
habrá de arder tu mundo en su raíz.
Lo mío no es sombra disimulada,
ni un medio gesto, ni letras calladas;
yo soy torrente, soy brújula extraviada,
soy tempestad que se torna enamorada.
Si me dejas entrar, no soy visita,
seré habitante eterno de tu sombra;
la voz que en el silencio se recita,
vigilare tu sueño en la penumbra
Seré memoria en horas de desvelo,
seré el calor en fríos repentinos;
seré el sentir intenso humano y ciego,
el vicio que se acerca a lo divino.
Llevo en mi pecho huellas que no mienten,
misterios esperando ser vividos;
si amo, lo hago en versos que te cuenten,
y dejen honda marca en tus sentidos.
Te amaré con ternura y con desvelo,
Seré causa y efecto en tus latidos;
seré la tierra, el agua y hasta el cielo,
la fe que da sentido a lo perdido.
No esperes que mi entrega sea ligera,
mi amor no sabe andar por lo pequeño;
quema en silencio siempre, no se espera,
dejando huellas en tu lucidez y sueños.
Por eso escucha bien lo que profeso:
no hagas que te enamore, es advertencia,
mi amor será un incendio, sin regreso,
un fuego suspendido en tu presencia.
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Autor:
Carmina ex ore lupi (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 1 de septiembre de 2025 a las 13:42
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 6
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