Desconsuelo

Luis Barreda Morán

Desconsuelo 

Permítanme derramar estas gotas saladas que brotan de mis ojos sin esperar compasión alguna.
Necesito aislarme en este instante de profunda congoja que invade todo mi ser.
Cada lágrima es un intento por sanar las heridas que dejó tu partida inesperada.
El silencio se convierte en mi único testigo de este dolor que me consume por dentro.
No busco alivio en nadie más que en la compañía de mi propia tristeza.

Si acaso me observas caminar con el rostro mojado por el recuerdo constante.
Es porque mi mente evoca aquellos momentos que juré guardar para siempre.
La imagen de tu risa aún resuena en cada espacio que habité a tu lado.
Intento desesperadamente borrar tu nombre de cada rincón de mi memoria.
Pero el corazón se niega a aceptar que todo terminó de manera tan abrupta.

Déjame expulsar este sentimiento amargo que nace desde lo más hondo de mi pecho.
Cada sollozo es un paso hacia la calma que anhelo encontrar con el tiempo.
Las lágrimas limpiarán el alma de tanto pesar acumulado durante estos días.
Quiero creer que después de tanta tormenta podré volver a respirar tranquilo.
Mientras tanto, permiteme navegar en este río de emociones contradictorias.

El sufrimiento puede purificar el espíritu cuando se ha vivido con intensidad.
Yo solo aspiro a liberar el peso de haber perdido aquello que tanto amaba.
Anhelo dejar atrás la angustia que produce recordar lo que ya no volverá.
Cada lágrima cae como una gota de esperanza hacia la eventual serenidad.
Pues sé que no hay mal que dure eternamente ni dolor que no se desvanezca.

Si me miras con los ojos hinchados y la voz quebrada por la melancolía.
Es porque estoy sacando fuera todo lo que guardé por demasiado tiempo.
La añoranza se ha instalado en mi casa y debo expulsarla con valor.
No quiero cargar más con la sombra de un cariño que se desvaneció.
Estoy luchando por recobrar la luz que una vez iluminó mi camino.

No exijas razones para este estado que nace de la pérdida irreparable.
Mi corazón aún no logra encontrar la alegría que un día reino aquí.
He perdido la capacidad de sonreír como antes de conocerte.
Pero confío en que la vida me dará nuevas oportunidades para ser feliz.
Hoy solo necesito transitar este duelo a mi propio ritmo.

Y cuando me hunda en este océano de pena y desconsuelo momentáneo.
Comprenderé que tal vez mi amor no era tan fuerte como imaginaba.
Y así, gota a gota, iré disolviendo tu recuerdo en el olvido.
Hasta que por fin pueda mirar atrás sin que duela tu ausencia.
Y el alma se llene de nuevas historias por vivir sin tu presencia.

—Luís Barreda/LAB

Ver métrica de este poema
  • Autor: Luis Barreda Morán (Offline Offline)
  • Publicado: 1 de septiembre de 2025 a las 11:44
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 2
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.