En el Jardín del Edén, donde los suspiros danzan,
dos almas con plumas, unidas, se alzan.
El pino arizonica, guardián del invierno helado,
los abraza en la noche, en un abrazo callado.
Y en el verano ardiente, la catalpa florecida,
les ofrece su sombra, un nido de vida.
Él, con el pecho henchido, susurra un secreto,
un trino de amor, un latido que es su amuleto.
Ella lo escucha en silencio, su corazón se desvela,
un brillo en los ojos, una tierna querella.
Y mientras la Mezquita susurros le canta,
su amor por Granada se eleva y se agranda.
En la cima del pino, un refugio de estrellas,
se juran un amor más allá de las huellas.
Y cuando el verano llega, la catalpa los mece,
en un baile de flores, un amor que florece.
Sus alas se encuentran, un roce, un instante,
el eco de un beso, un canto constante.
Vuelan sobre el río, el río que canta,
la luna los vela, la noche que vibra.
¡Dos pequeños latidos, un solo compás, en la inmensidad del cielo, un amor sin más.!
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Autor:
Leoness (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 1 de septiembre de 2025 a las 09:39
- Categoría: Amor
- Lecturas: 5
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