Duele el silencio,
escapa de la noche
y roza al alma.
Brumas siniestras
y labios que musitan
una oración.
Pero el silencio
congela las palabras
que están marchitas.
Estás herido
tu cuerpo se estremece
y hoy estás solo.
Buscas la luz,
con música del cielo
y las estrellas.
Pero los cielos
están enmudecidos
y no contestan.
Se fue el amor,
y te dejó muy solo
con unos sueños.
Lloran tus ojos,
se empañan las pupilas,
y duele el alma.
Y es que el silencio
refleja el triste otoño
que va contigo.
Rafael Sánchez Ortega ©
27/08/25
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Autor:
Pyck05 (
Offline)
- Publicado: 1 de septiembre de 2025 a las 03:27
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 2
- Usuarios favoritos de este poema: Salvador Santoyo Sánchez
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