Cuando llegue la hora de mi partida,
no derramen lágrimas en mi nombre,
prefiero risas, recuerdos y vida,
pues fui tormenta, fuego y hombre.
No vistan de luto sus miradas,
ni apaguen la chispa que dejé,
que mi historia se escriba en carcajadas,
en cada locura que un día inventé.
No fui perfecto, lo sé de sobra,
pero fui tremendo en lo que viví,
cada error, cada triunfo, cada obra,
me hicieron ser lo que siempre fui.
Si me recuerdan, que sea con fuerza,
con la pasión que en mi pecho ardía,
no quiero llanto, quiero que se conserve
la huella intensa de mi alegría.
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Autor:
Luis de leon (
Offline)
- Publicado: 1 de septiembre de 2025 a las 00:53
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 5
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