Entré por la puerta del abismo y encontré el experimento de los sueños, composiciones de conductas mal formadas, parecían almas colgadas como empeño. Pregunté al maestro de los biólogos y la ciencia superior, me dijo: todo es mejor creyendo en lo que es bueno, asumí lo hermoso de su conocimiento; que triste nostalgia entender que sólo trae sufrimiento. Consintiendo nuevamente relató su misterio: cada mes que se cumpla y cada luna que disponga, pondré esfuerzo en los que nacieron. El escenario de su laboratorio, la conducta del soborno, mientras más crean en lo que yo formo -dijo- abren sus entornos. Que contraste y que ideología, pero con su inteligencia de siglos nadie lo entendería. Puso los signos como carácter y la estrellas como guías, la energía como un síntoma y nuestro egoísmo como melodía. Serán todos diferentes y uno peor que el otro, el amor será distintivo para no crear alboroto. Se consumirán buscando el mañana y se pudrirán hasta la raíz; beberán mi cáliz de vino entorpecedor y caerán sin aviso. Tú lector, no quedarás fuera y tu conciencia será hoy abierta. En este mundo rige la ley de los entendidos, pero son pocos lo que dejan la soberbia y se encuentran con el amor no fingido. Minorías son los alegres y grandes son los afligidos. Pregunté su nombre y me dijo Abadón, entendí el honor que le causaba, gozaba que lo llamen destructor, pues a muchas familias trillaba. Soy humano del misterio, pero es largo mi camino, no lo entienden adivinos y yo solo soy legión.
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Autor:
Eliseo J Benitez (
Online)
- Publicado: 31 de agosto de 2025 a las 23:25
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 2
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