Dulce Tortura

Dulce Tortura

Mi corazón late con fuerza desbordada cuando pienso en la posibilidad de una mañana a tu lado, mis ojos ansían mirarte no como un simple compañero de camino sino como el dueño de tu alma, cada momento a tu lado es una dulce tortura que me consume por dentro lentamente sin piedad, la idea de que otro pueda tocarte me llena de una oscura y profunda desesperación silenciosa, ya no soporto esta distancia corta que se siente como un océano infinito entre tu piel y la mía.

Recorro las calles vacías con la esperanza de encontrarte por casualidad en cualquier esquina, invento mil historias distintas solo para tener un pretexto y poder verte aunque sea un instante, el deseo de cuidarte y protegerte de todo mal se ha apoderado por completo de mi ser, necesito ser quien calme tus temores y quien te abrace cuando la noche se vuelva fría, esta vigilancia constante nace de un amor que no conoce límites ni entiende de razones.

Quedan muy pocas sendas por explorar para llegar hasta tu corazón que tanto anhelo, aunque mis acciones puedan parecerte propias de un alma perdida en el delirio, no podría descansar en paz si el final me alcanza sin haber probado tu amor aunque sea un poco, el universo sería un lugar vacío y sin significado si no logro conquistar tu cariño, porque eres el sueño que me mantiene despierto en las noches más largas y solitarias.

Sería tu sombra fiel por toda la eternidad sin importar el precio que deba pagar por ello, aceptaría con gusto cualquier castigo con tal de estar cerca de tu risa y tu mirada, no existe riesgo alguno que no esté dispuesto a tomar con tal de ganar tu confianza, pues prefiero mil veces la esclavitud de tu indiferencia que la libertad lejos de tu presencia, cada latido es un recordatorio de que mi destino está ligado irrevocablemente al tuyo.

Qué triste sería el porvenir si nunca logro descubrir el sabor de tus labios al amanecer, el vacío que dejaría en este mundo si me voy sin haber sentido tu calor verdadero, por eso lucho contra toda lógica y contra todo pronóstico por un lugar en tu vida, esta guerra silenciosa que libra mi corazón solitario merece al menos una oportunidad, porque en la batalla por tu amor estoy dispuesto a dar hasta el último aliento que me queda.

—Luís Barreda/LAB