Es una pena honda cuando
en el reloj de América Latina
muere otra joven generación,
sin saber porqué; y la lluvia
incongruente, doliente concurre
a los huesos y los músculos
agotados, entumecidos, que
se desgastan por el esfuerzo,
cual no vale nada y mojan la historia...
Los nervios y la cólera resentida,
contenida, buscan salida en lo
inmoral o en la violencia, encerrando
el alma bajo llave y candado prestado
¡Sobre el sueño grande y emancipador
de la modesta alhaja, América Latina!
Creencia, fe y espiritualidad," la biblia
junto al calefón" que reza bajo la cruz y
lamenta sobre el altar, Dioses y Aliado,
tirados en el silencioso abismo del olvido
o del realismo mágico, retazos otoños de luz.
¡América Latina es fiebre neurálgica de llantos!
Donde el horizonte desborda por mares de pobreza y abundancia...
Postales de ayer (fotos sepias),
restos coloniales, estructurales,
en cada lágrima de nostalgia, por
sobre valles, ríos y sueños vencidos,
en bravas y cruentas luchas y caminos.......
Una cancha de barro, el potrero y
la pelota distraída (habilidosa y
competitiva), que allí abandonada
queda; una desazón de la más prolífica,
por carestía que ignora la vida....
Montañas majestuosas, llanuras
fértiles, selvas vibrantes de vida,
naturaleza que se pondera y
se idolatra, en poesía y viva rima
¡Tierra herida de América Latina!...
Es un acueste masivo de
horas débiles en cama ajena,
manos llenas de pobreza que
deschavan en la mesa de la cena,
una incierta certeza que no ha sido
servida, sin consuelos ni comidas...
Un libro abierto latiendo páginas
rebeldes que invitan a pensar, soñar
tranquilamente, honrada y profundamente...
Sueños dictatoriales, prisiones
de pasión, carnavales tristes y
alegrías a cómodas cuotas, juicio
a la decencia; juguetes letales de
armisticio sobre voluntades
sitiadas y frases litúrgicas, con
aliento a traición y bendición
de muerte, para América Latina...
Es una pena honda, difusa y
confusa, la que retumba bajo
la tierra fértil, los mares ricos,
las selvas mágicas, las riquezas
minerales, que reclaman pueblos y
gritan soberanía (distraída en oferta)
Es una enorme desazón, la
que se escucha, cuando se
presta atención al grito ampuloso
e ignorado de.... ¡América Latina!
Hernán J. Moreyra
-
Autor:
Jaher (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 31 de agosto de 2025 a las 00:16
- Comentario del autor sobre el poema: Del recopilatorio "Rojo Carmesí, Donde los Sueños..." (1999-2001)
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 15
- Usuarios favoritos de este poema: Hernán J. Moreyra, alicia perez hernandez, Rafael Escobar, Tommy Duque, El Hombre de la Rosa, Éusoj Nidlaj

Offline)
Comentarios2
Un placer entrar en tu portal y leer tus geniales letras estimado poeta y amigo Jaher
Desde Torrelavega te saluda Críspulo
El Hombre de la Rosa
Hola estimado amigo Críspulo, muchas gracias por sus gratas palabras, como siempre un placer leer sus comentarios, que ande querido poeta. Un abrazo afectuoso!
Siempre me ha llamado la atención, y en cierto modo hasta la indignación, del por qué se sigue y se insiste en seguir denominando y llamando a ese continente "América Latina, Hispanoamérica o Latinoamérica" y se niegan a la vez que se ocultan, colonialmente, a los Pueblos, etnias y Naciones que desde antes de la colonización castellana (no española pues España aún no existía en 1492) que aún perviven ahí: ¿Por qué se niega que en ese continente aún perviven los Taínos, los Caribes (no los Caribeños), los Mayas, los Aztecas, los Quechuas, los Mapuches, los Guaranies, los muiscas, los Chibchas, los Chachapoyas, los Cumanagotos y tantísimas otras etnias y culturas relegadas no sólo al olvido sino incluso y peor, al desprecio social de negarles sus identidades? Esa América hoy mal llamada "Latina" no viene a ser sino la continuación de una época colonial y de exterminio por aquellos que llegaron antes desde el exterior y ahora, sus descendientes, siguen ahí irrespetando a sus originarios. De aquella Castilla colonial de 1402 se dice y se cuenta que sacaron de ahí mediante el robo y el saqueo el oro de entonces, cierto. Pero también es cierto que tanto Simón Bolívar y San Martin entregaron el oro que quedaba a los nuevos amos del continente, los británicos. Desde entonces las sociedades nativas y criollas del continente están pagando con miserias, guerras, conflictos, dictaduras militares y democracias corruptas la deuda que hoy tienen. La pobreza que hoy arrastra la población toda de esa América original es producto de una voluntad ciega en seguir siendo esclava de aquellos que llegaron y aún no se han ido,o cuanto menos no han renunciado a sus creencias coloniales.
Hola Nkonek Almanorri, gracias por pasar a leer y compartir tu profundo y reflexivo comentario. Que tengas buen Domingo. Saludos cordiales
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