…El hecho, hoy, de que la mayoría
De los políticos no tengan
Visión de futuro parte de que
No tienen conciencia
Del presente.
El principio de todo
Fin es ese:
El principio.
Dice y afirma Miguel Ángel Sanz Loroño, Doctor en Historia de la Filosofía y en relación con el conocimiento que hay tres tipos de personas: El sabio, que lo sabe todo y no pregunta nada; el necio, que cree saberlo todo y no sabe de la misa la mitad; y el filósofo, que reconoce saber que no sabe nada y que es una frase de Platón refiriéndose a Sócrates, o algo que éste dijo. La sociedad que no es necia ni sabia entiende que el primer paso para salir de la ignorancia es reconocerse en ella, y ahí está el problema:¿Cómo salir de la ignorancia con tantos sabios ignorantadores que nos rodean desde la televisión, la radio, redes fecales, influencers, tertulianos y hasta opinadores de ocasión en foros y espacios de escritura que nos callan desde la niñez?.
Hoy he leído unas notas periodísticas de Alex Ross - autor de El Ruido Eterno -, en las que entre otras cosas decía: " Nadie es puro, ningún creador, ninguna obra" a lo cual solo queda decir que sí, que sí es tal como él lo afirma y quien diga lo contrario que dé el primer paso adelante y demuestre lo contrario. En este su artículo periodístico hace un repaso sobre la obra del músico alemán Wagner que estoy seguro, muy seguro, no habrá dejado indiferente a nadie que lo haya leído y donde trata de mostrarnos que si bien fue un grandísimo compositor alemán, aparte de escritor, poeta, dramaturgo también fue un personaje, al final de su obra y de su vida, siniestro por su afiliación política e ideológica entre las cuales dejó clara su convicción ultranacionalista, racista y hasta antisemítica. Uno lee mucho, poco o nada pero nunca debería decir que todo lo que lee o haya leído es poco menos que la verdad casi absoluta hasta que aparece nuevos escritos, otras versiones, sobre lo leído que haga reflexionar de nuevo qué leyó antes.
Cuenta Alex Ross que, en una de las secuencias más famosas de la filmografía de Woddy Allen, éste y Diana Keaton - su compañera -, salen precipitadamente del Met de Nueva York en medio del primer acto de la obra "El Holandés errante" y es entonces que Keaton le dice a Woddy: " El trato era que yo aguantaría todo el partido de hockey y tú verías toda la ópera", a lo que Woddy respondió: " No puedo escuchar tanto a Wagner, ¿Sabes? empieza a darme ganas de invadir Polonia" Sobre estas palabras de Woddy Allen, refiriéndose a este hecho concreto, leí hace muchos años pero no logré entender entonces ni qué quería decir ni por qué las decía; es por ello, también, porqué dije más arriba acerca del hecho de que por más que leas nunca se ha de dar nada, o casi nada, por sentado. De entre las páginas del libro El Ruido Eterno aparece y se menciona al compositor Wagner al cual Alex Ross define como teosófico (https://es.wikipedia.org/wiki/Teosof%C3%ADa), animal satánico y otros calificativos. De Wagner se sabe, en mayor medida, solo lo que han querido hacernos saber en concreto de su obra musical pero apenas nada más, nadie ha querido hacer ver y menos aún hacer saber de su feroz ultranacionalismo antisemita servidor y autor un hilo musical del genocidio que dio paso, años después, a la ideología del nazismo. Alex Ross ha dedicado diez años de su vida en la tarea de la espinosa y sucia ideología del nacionalismo de este compositor no superado, hasta hoy, en lo que significa su obra musical pero que como persona al servicio de su ideología es el causante, indirecto sí, si se quiere, del pensamiento nazi; Alex Ross se adentra con valentía en territorios sombríos de la mano de las opiniones más sucias del compositor y que fueron recogidas en los diarios de Cosina, su segunda esposa, cuando empezó a escribir en 1869, así como de su libro más tristemente famoso: El judaísmo en la Música publicado primero como anónimo y reimpreso con su propio nombre 19 años después, cuando ya estaba en lo más alto de la fama, no antes. Hoy lo que muchos que han leído esta obra de Alex Ross se preguntan es: ¿Entonces, a quién hay que culpar de los malentendidos en torno al Wagner? ¿A él mismo o a los que vinieron después? dado de que también es verdad de que Wagner fue responsable de esa catástrofe que significó, después, el nazismo. En sus últimos años Wagner se mezcló con personajes muy siniestros de la sociedad alemana de su tiempo que propugnaban un racismo pseudocientífico y que trajeron los cimientos de la ideología nazi y de ahí, también, el principio del concepto de la supremacía de la raza aria que acabó de imponerse tras las visitas de los primeros viajeros alemanes por África.
Leer de continuo sirve para, con el tiempo, se pueda saber y descubrir de cuánto y qué nos han ocultado los "intelectuales" adictos a sistemas políticos concretos. ¿Y hoy, acaso no se está repitiendo los mismos hechos?, pregunto.
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Autor:
Nkonek Almanorri (
Online)
- Publicado: 30 de agosto de 2025 a las 19:04
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 2
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