Eras mi perfume favorito,
mi estación del año,
la noche serena y el mejor de mis días.
Mi único y más bello pasatiempo,
mi faro en la tormenta.
El rincón seguro,
el dulce que nunca empalaga.
Hiciste lo posible e imposible
para poner en duda todo lo que sentía.
Y ahora sólo envidio escuchar,
con palabras exactas,
lo que yo vivía cada vez que te tenía
cerca o lejos.
Hoy existe alguien más
que nombra lo que yo callaba,
pero callar no quiere decir que no lo expresara.
Siempre demostré con acciones y detalles
lo profundo de mis sentimientos.
Nada de lo que el otro siente lo pondría en duda,
porque sé que nace de tu forma de ser.
Pero verte deslumbrada por alguien más
y escucharte decir que lo extrañas
me rompió en mil pedazos.
La libertad terminó con mi lugar ideal,
y caí en tonos grises,
difíciles de pintar con el color que necesito
para volver a ser feliz.
Yo siento que mi duelo ya lo hice,
sólo falta que lo hagas vos.
Con paciencia espero que dejes
los sentimientos hacia mí,
porque me niego a que caigas
en ese gris oscuro.
No quiero que sientas
lo que yo sentí.
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Autor:
Mi perfil. (
Online)
- Publicado: 30 de agosto de 2025 a las 15:17
- Categoría: Amor
- Lecturas: 3
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., Tommy Duque
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