Humano Fresco

Humano fresco
Borisov

El frescor de la noche llega cuando la mañana
murió antes de las doce, qué pena.
Seguramente, como siempre, fue sincera
aun en estos tiempos con rumores de guerra.

En el sueño anterior se sintió lo que a todos apena,
ese sentimiento oculto que cada uno tiene
en ese arcoíris monocromático que a todos aqueja.

Me refiero al secreto que cada uno guarda con llave
y lo esconde donde nadie lo vea.
Lo sé, es oscuro y a veces aterra;
es mejor que se encuentre enclaustrado o bajo tierra,
metafóricamente hablando…
¿O será verdad que lo llevas entre ceja y ceja?

Espero, reposando en mi yoga imaginario,
donde mis chakras nunca se acomplejan.
Descubro, en mi viaje astral,
que puedo salir de mi cuerpo de la tercera densidad,
donde cada uno es esclavo de sus penas.

No es obligatorio quedarte con esas cadenas;
romperlas sería, tal vez,
para una mente virgen, como el embudo
donde se reciclan almas viejas.

¿Será que estás en una línea de tiempo
donde te niegas a ver la realidad,
donde ella te busca pero tú la estrellas?

No importa… respira, respira con el viento en contra.
Inhala el éter que hace que tus pulmones
te mantengan en esta tierra
y puedas otra vez vivir
hasta que descubras quién antes eras.