Hoy mientras mi alma con sigilo clame,
por siempre nos dejamos ya de injurias.
Las horas que no mueren en penurias
en esta vida van, aunque te llame,
incluso así ambos resistiendo. Dame
tu aliento, el último de las lujurias.
Es el amor el compresor de furias
y viaja en medio del camino infame.
En lo intangible encuentra su regazo,
en madrigueras de albos corazones.
Se funde en lo etéreo de un fiel lazo,
tejiendo sueños; tenues sensaciones.
Así, en el eco de un eterno abrazo
amando revivimos emociones.
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Autor:
Crucito Bautista (
Offline) - Publicado: 28 de agosto de 2025 a las 13:35
- Categoría: Amor
- Lecturas: 23
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., EmilianoDR, ElidethAbreu, alicia perez hernandez, Fabio de Cabrales

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