Se que peso poco en su vida, casa nada diría yo, es posible que sea como la brisa liviana, como un sorbo de fresca limonada bebido con extrema prisa debido al calor existente. No está en mi deseo, el adelantar el sonido de sus pasos, ni tampoco distraer la salve de su misa. Se que su frente de nardo, no llegó a ser ni recuerdo ni sonrisa, en cambio tu lo eres todo para mi, mi mar templado, mi canción, el pulso de mis venas. ¿ Dónde puedo dormir si carezco del necesario sueño? Intentaré subirme a cierta altura, y desde allí, esparcir amor, a pesar de saber que nació fracasado.
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Autor:
emiliodom (
Offline) - Publicado: 28 de agosto de 2025 a las 04:17
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 38
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., alicia perez hernandez, EmilianoDR, Mª Pilar Luna Calvo

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